“No es solo la búsqueda
de un chivo expiatorio que pague con su libertad o su vida todos los males de
la sociedad, como era típico en las sociedades primitivas, sino que a veces hay
una tendencia a construir deliberadamente enemigos a partir de estereotipos que
concentran en sí mismos todas las características que la sociedad percibe o interpreta
como amenazantes. Los mecanismos usados en la formación de estas imágenes son
los mismos que en su tiempo, permitieron la expansión de las ideas racistas.”
Quien expreso estos conceptos fue su SS el Papa
Francisco el día 23/OCT/I4 en un discurso dirigido a los delegados de la
Asociación Internacional de Derecho Penal. En la introducción al mismo, este tema
está contenido bajo el título de Populismo
penal.
Los argentinos conocemos muy bien las perniciosas
consecuencias que produjo el accionar de todos los gobiernos populistas que
supimos conseguir. Entre ellos se destacan notablemente los gobiernos de la “década ganada” ejercidos por el
matrimonio Kirchner.
Utilizando asesores como el discutido filósofo
Ernesto Laclau, el terrorista montonero H. Verbitski, miembros de Carta Abierta
y de organizaciones sociales y de “DD.HH.
selectivos”, políticos oportunistas y funcionales, jueces cómplices,
periodistas adictos y otros partícipes del negocio derecho-humanista, Néstor
Kirchner impuso políticas confrontativas (dividir para reinar), que fueron factores
comunes en toda su gestión. Así construyeron deliberadamente a sus enemigos.
Hubo muchos casos, suficientemente conocidos, de
instituciones, entidades y personas que fueron demonizadas públicamente para
declararnos enemigos del pueblo, con
el fin de convertirlas en verdaderos “chivos expiatorios”, culpándolos de
todos los males habidos y por haber en nuestro país. Entre las más importantes víctimas de este nefasto accionar político,
se destacan las siguientes:
La “derecha” o la “década del 90” o el “neoliberalismo” (pese a que los Kirchner lograron
grandes ganancias apoyando las privatizaciones y hasta dijeron ser fervientes
admiradores de Menem).
También el campo fue un enemigo porque sus dirigentes
se opusieron a las abusivas y groseras retenciones que el gobierno, aduciendo
populacheramente proteger la “mesa de los
argentinos”, pretendía imponerles. Al no poder lograrlo legalmente, continuó
el hostigamiento incesante a este sector de la producción, que fue orgullo de
nuestro país, reduciéndolo a su mínima expresión.
El grupo
Clarín también fue demonizado. Es perseguido por haber dejado de acatar a
Kirchner. Cabe aclarar que cuando Clarín era amigo del régimen, fue un medio
muy importante en la campaña de demonización de las FF.A A. Años después, por
apoyar al campo, paso también a ser enemigo.
La prensa
independiente fue también declarada enemiga por no acatar y criticar al régimen.
Tildada como “la corporación”, “prensa opositora”, “desestabilizadora”, “complotadora”,
etc. y atacada por todos los medios que puede manipular el gobierno:
judiciales. Económicos, prensa adicta, sindicales, páutas publicitarias, prohibición
a empresas privadas de darles publicidad, etc.
También fueron enemigas
otras muchas entidades y personas, ya sean nacionales o internacionales.
Dejamos para el final al enemigo más castigado: Las Fuerzas Armadas, Policiales y civiles que, en defensa del Estado,
combatieron a las organizaciones armadas terroristas subversivas. Sanguinarios ejércitos
invisibles que atacaron a la población argentina, en pleno gobierno constitucional,
para tomar el poder por la fuerza. Nada frenó al régimen, ni moral ni
legalmente, en imponer sus objetivos:
- Operaron con largas campañas sobre la opinión pública
para demonizar a las fuerzas legales.
- Mintieron descaradamente, falsificaron la verdad
histórica y encarcelaron vilmente a los hombres que defendieron al país, mientras que liberaron de culpas a quienes lo
atacaron.
- Violaron la Constitución y las leyes y forzaron retorcidas
interpretaciones de los tratados.
- Se burlaron del debido proceso convirtiendo a los juicios en meros espectáculos circenses.
Este es el
caso más claro y emblemático de lo que SS el Papa conceptúa como populismo
penal.
N/E: La autoría de las presentes reflexiones corresponde a un
detenido como “Preso Político”, cuya
identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad.
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
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