"Si los dos
tienen la culpa de todo lo que me pasa;
ella porque
nunca, nunca, tan mala la imaginé.
Y el otro por
sinvergüenza, porque lo tuve en mi casa
y abusó de la
confianza que siempre le dispensé".
Enrique Dizeo
Enrique Dizeo
He comenzado a repartir entre mis amigos, casi
todos ellos ya jubilados, cosméticos, prótesis mamarias, pelucas y tacos altos,
pero también palos y ganzúas. Como, en general, cobran la prestación mínima ($
3.300.=), podrán así optar, de acuerdo a sus preferencias, entre acceder al
subsidio que en el futuro se otorgará a los transexuales mayores de cuarenta
años ($ 8.000) o al sueldo que ya perciben los presos que trabajan en la cárcel
($ 4.400), más vacaciones y aguinaldo, que tampoco deben oblar suma alguna por
comida, habitación, educación, seguridad o tratamiento médico.
Argentina se ha
vuelto loca de remate y ha invertido todos sus valores. Nos hemos convertido en
un país que tiene escuelas que son comedores y no enseñan, estudiantes sin
aplazos, jubilados sin aportes, blanqueo de dinero oficialmente autorizado,
montones de funcionarios procesados, una Presidente con un patrimonio
injustificable e investigada por lavado de dinero que no se digna a dar ninguna
explicación pública y ahora anda buscando impúdicamente fueros, persecución
oficial a quienes se atreven a controlar al poder, jueces y legisladores
conocida y alternativamente corruptos e independientes, funcionarios públicos sin
títulos habilitantes para el cargo que ocupan, organismos públicos que utilizan
información confidencial para atacar a opositores, estadísticas oficiales
falsificadas, inconstitucional delegación de facultades parlamentarias en el
Ejecutivo, fronteras sin vigilancia, fuerzas de seguridad sin medios y
distraídas de sus objetivos específicos, una línea de bandera que pierde dos
millones de dólares diarios en destinos internacionales de lujo, un Fútbol para
Todos que cuesta $ 1.500 millones anuales pero no admite la publicidad privada,
incapacidad para ejercer alguna defensa de la soberanía, y miles de etcéteras
tan nefastos como estos.
Pero, ¿qué se puede
esperar en un país en el cual más de la mitad de sus empresarios se declara
favorable a pagar coimas cuando se trata de obtener un negocio o una
protección? ¿Cómo pedir a los hijos que trabajen si sus padres y sus abuelos no
lo hicieron, y ven que los soldaditos del narco ganan fortunas? ¿Cómo educar a
los niños cuando los padres aporrean e insultan a los maestros? ¿Cómo exigir
honestidad y templanza a los ciudadanos cuando quienes debieran dar el ejemplo
exhiben con descaro cuentas bancarias, hoteles, pisos enormes, autos y motos
carísimos e inexplicables? ¿Cómo exigir el respeto a la ley, cuando ésta es
violada impune y diariamente hasta por la misma Presidente? Pregunto, ¿no
resulta curioso que ninguno de los "presidenciables" hable de
Hotesur, de Báez, de Cristóbal López o del lavado de dinero presidencial?
Desde que el
kirchnerato llegó a la Capital Federal, el Estado, que ya venía maltrecho,
agudizó sus males y, pese a que don Néstor (q.e.p.d.) consiguió para sí mismo y
para su viuda recuperar la autoridad presidencial perdida, lo hizo no con el
propósito de mejorar la vida de los ciudadanos sino de saquearlo y, con él, a
muchas áreas de la economía, empresas privadas incluidas.
Nótese que, a
contramano de la mayor presión impositiva, en esta década como en ninguna
anterior abdicó de todas sus obligaciones esenciales: la educación y la salud
públicas, la seguridad, la Justicia y la defensa nacional. Los habitantes
pagamos dos veces -al Estado y a los prestadores privados- por todos esos
servicios; se nos cobran impuestos como en Suecia y se nos brindan servicios
públicos como en Sudán. Hoy podemos afirmar, sin ninguna duda, que estamos
frente a un Estado fallido, al que habrá que reconstruir en sus funciones
básicas si queremos que la Argentina sobreviva; si no lo hacemos, pronto
nuestro territorio, tan dotado por la naturaleza y tan escasamente poblado, se
convertirá en un verdadero boccato di cardinale para un mundo ávido de esas
riquezas.
El narcotráfico, que
baña en sangre diariamente a México y a Colombia, a Rosario y al Conurbano, ha
financiado todo tipo de campañas electorales, comenzando por la de la propia
Cristina Fernández en 2007, pero también de concejales, diputados, senadores y gobernadores.
Ese tipo de favores nunca es gratuito, como lo demuestran las conversaciones
grabadas de jefes narcos ya instalados aquí, que invitan a sus cómplices a
venir a este paraíso para la producción, distribución y exportación de drogas
de todo tipo y para el lavado y blanqueo de capitales que el Gobierno ha creado
y del cual es socio. ¿No habrá llegado la hora de que los
"presidenciables" firmen algún acuerdo de política del Estado para
luchar seriamente contra este flagelo?
Lamentablemente, los
partidos opositores siguen en sus mismas posturas, permitiendo que el
oficialismo los viole una y otra vez en el recinto, como sucedió esta misma
semana con la sanción del Código Procesal Penal de la Nación, un adefesio que
permitirá, en lo inmediato, que la Dra. ¡Giles! Carbó, la Procuradora General
de la Nación confirmada por el Congreso casi por unanimidad, designe nada menos
que diecisiete fiscales generales ante todas las cámaras de apelaciones, y
ocupe más de mil quinientos cargos nuevos con soldaditos de La Cámpora y de
Justicia Legítima. ¿Qué futuro pueden esperar las causas de corrupción contra
los delincuentes que nos gobiernan hoy cuando esos fiscales deban decidir si
las impulsan o las archivan?
Como seguramente
recordará, mi propuesta a esos opositores fue que dejaran solo al kirchnerismo
en las cámaras parlamentarias y, cuando hubiera sesiones, dieran testimonio
reuniéndose en una carpa en la plaza. La ciudadanía en general, esa a la que la
cosa pública le resulta indiferente, que se emociona hasta las lágrimas ante
los colores de la camiseta de la selección nacional sin percibir que se está
jugando la misma existencia de la Patria en el Congreso, comprendería así que el Gobierno en retirada
está intentando cambiar, sin que a nadie se le mueva un pelo, todos los
basamentos sobre los cuales esta sociedad fue construida. Cuando Argentina se
transforme por completo en Venezuela será tarde para llantos.
Para concluir, una
reflexión final. Aplaudo, por supuesto, que se haya decidido recurrir a los
mercados voluntarios de deuda para intentar paliar la grave crisis de reservas
que padecemos, y debemos congratularnos todos de que la tasa de interés
ofrecida sea sólo el doble de la que pagan, por ejemplo, Uruguay o Bolivia.
Pero el "relato" acaba de descascararse un poco más: por idéntica
necesidad de firmar el acuerdo de intercambio de monedas con China (swap) y en
la medida en que los yuanes recibidos no son totalmente convertibles y pueden
ser usados sólo para comprar al país asiático, nos hemos llenado de porquerías
de todo tipo y de esa procedencia, como puede comprobar cualquiera que vaya a
un supermercado, en desmedro de la industria nacional; es decir, el
kirchnerismo está haciendo exactamente lo mismo que enrostra a la década de los
90's, cuando imperaba el menemato. ¡Qué triste final para tanta verba inflamada
y militante!
Bs.As., 7 Dic 14
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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