Por
Pablo Molina
Sostiene
FJL[1]
que para ser de izquierdas hay que tener pasta y no le falta razón. Esto se
veía muy bien en la España rural de los 70 del siglo pasado, en la que sólo los
hijos del boticario, del alcalde y de unas pocas familias de la burguesía local
podían permitirse el lujo de suspender un par de cursos del bachillerato y
luego, en la Universidad, pasarse un lustro vegetando antes de volver a casa
sin título, con ciertas adicciones poco saludables y casados de penalti para
hacerse cargo del triste negocio familiar. Los hijos de los obreros estudiaban
Formación Profesional, porque querían ponerse a trabajar cuanto antes para
contribuir a la economía familiar. Después trabajaban por la mañana y acudían a
la Universidad en horario nocturno, donde sacaban mejores notas que los niños
de familias bien, que preferían pasar el tiempo en las asambleas de las
juventudes comunistas, y eso los días que hacían como que iban a clase.
En
el submundo de la izquierda juvenil parece que nada ha cambiado y que a
vosotros, niños pera que pasáis por rabiosos marxistas, os sigue gustando
fingir que procedéis de una familia de "clase
obrera", aunque vuestros papás sean ricos por su casa o se hayan
pulido un potosí trincando en las zahúrdas financieras de la casta.
¿Sabéis
una cosa? Sois imbéciles. Porque sólo un idiota quiere para su familia una vida
de privaciones y de incertidumbre, en lugar de una existencia confortable como
la que vosotros habéis tenido. Sois tan sectarios que necesitáis fingir un
origen humilde, porque en vuestro fanatismo habéis dividido a la sociedad en
buenos y malos según el nivel económico de los papás. Pues bien, voy a
desvelaros un gran misterio: entre la gente pobre hay aproximadamente el mismo
número de cretinos que en las clases pudientes. Ocurre simplemente que cuando
uno ha tenido que esforzarse para alcanzar cierto éxito y tener una vida mejor
para él y los suyos, queda inmunizado automáticamente contra la basura que
esparcís con vuestra ideología.
¿De
verdad queréis ayudar a "los de
abajo"? Dejad de pregonar vuestras ideas, abandonad la mentira del
marxismo, olvidaos de vivir de la política y, sobre todo, no llaméis fachas a
los que, teniéndolo más difícil que vosotros, han conseguido salir adelante a
base de sacrificio aprovechando las ventajas de vivir en el sistema que tanto
odiáis. El socialismo es lo que más daña a los que menos tienen. Pretender
implantar de nuevo esas ideas fracasadas en un país que aún no se ha recuperado
de los siete años que le tocó padecerlas es un gesto de extraordinaria
crueldad. Aún estáis a tiempo de evitar el timo orquestado por una banda de
miserables adinerados que os utiliza como peones de brega para llegar al poder
y hace que os avergoncéis incluso de vuestra familia. Se necesita coraje para
reconocer que uno estaba equivocado pero sois jóvenes. Como soléis gritar
cuando actuáis de palmeros de los niños pijo que os manejan: "sí se puede".
[1] Federico Jorge Jiménez Losantos (Orihuela del Tremedal, Teruel, 15
de septiembre de 1951) es un periodista, escritor, locutor y empresario
español.
Desde
septiembre de 2009, es director y presentador del programa radiofónico Es la
mañana de Federico, de la cadena esRadio (también se emite en Intereconomía
Televisión), y columnista del diario El Mundo.
Es
copropietario, editor y colaborador del diario digital Libertad Digital y
director y colaborador de la revista La Ilustración Liberal.
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