por María Delicia
Rearte de Giachino
CARTA
ABIERTA A LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ
Han transcurrido
varios días desde el domingo 1 de marzo en que inaugurara, como presidente y
por última vez, el Parlamento con su insoportable perorata, dando cuenta de sus
éxitos y desvelos en estos largos años en que el “relato” copó las Instituciones, las comunicaciones, la política,
la economía, la educación, la seguridad, la libertad y la Justicia…
Pero lo único que no
pudo copar, fue la Patria, que como la Thalita del Evangelio, “no está muerta, está dormida” y va a
despertar…
Antes de finalizar
sus largas casi cuatro horas de auto alabanza y antes de lanzar esos audaces
improperios sobre las grandes “comodidades”
que su gestión dejará a sus súbditos, se acordó de MALVINAS.
Consideró “que no podía dejar de mencionar” el
tema. Lamentablemente como siempre para usted, la Guerra de Malvinas, es, algo
más, que aparece con oportunismo cuando le conviene, especialmente en los Foros
Internacionales…
Pero a la sarta de
mentiras que expuso con tanta fluidez en su discurso, sumó el deshonor y la
vergüenza de ser o creer ser la presidente de 40 millones de argentinos, de los
cuales no respeta su Historia reciente.
De esos 40 millones,
649 murieron en Malvinas, para que usted ocupe el lugar que está ocupando. De
esos 40 millones, cientos se suicidaron por esto que hoy pregona fríamente,
como “justicia” para los que libraron
la heroica guerra. De esos 40 millones hay miles de argentinos que no pueden
curar sus heridas de cuerpo y alma. De esos 40 millones hay incontables mujeres
que no pudieron hacer como usted por su marido, un prolongado luto y
enfrentaron valientemente con coraje y orgullo, la gloria de sus hombres.
Como al pasar habla
usted de “vejámenes y torturas”. Que
recurrirá al COMITÉ INTERNACIONAL DE DDHH para investigar la conducta perversa
de los superiores; que no le importa el fallo de la Corte del 19/2/2015 sobre
los delitos de lesa humanidad; que es necesario conocer lo que sufrieron “esos pobres muchachos” que fueron
llevados a morir.
Señora, está usted
muy mal informada porque los informantes que la rodean, son los que habiendo
sufrido el trauma tremendo de una guerra, que ni usted ni yo, podemos experimentar,
han elegido el camino equivocado de la traición a sí mismos y a la PATRIA, a su
bandera y a sus compañeros, al honor y a la Gloria…
A ellos, señora los
respeto porque como sea estuvieron en tan tremenda experiencia y cada ser
humano se defiende interiormente como puede, cuando no tiene a nadie que lo
ampare y busca acomodarse en ficticios lugares de privilegio económicos,
sociales o institucionales, pero a usted, que no se cansa de repetir el cargo
que ocupa, no se le puede perdonar y yo la acuso de DELITO DE LESA HUMANIDAD,
porque con su actitud está matando a los muertos en la grandeza de su muerte y
matando a los vivos que no podemos hacer nuestro duelo, en el silencio y el
recogimiento del dolor, porque que con su odio y su venganza acomodaticios,
ensucia el sacrificio y denosta la Verdad…
Una tumba en Darwin,
es un lugar sagrado que solo la Virgen de Lujan, puede penetrar y que protegida
entre el mar. la turba y el viento, muestra al mundo entero el secreto
inviolable del Honor…
De mujer a mujer, en
el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
María Delicia Rearte
de Giachino
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