“Últimamente he
podido comprobar que existen algunos trasnochados políticos, muy poco enterados
de mi vida, que me siguen titulando “Doctor”, ignorando que nunca lo fui y que ni siquiera
lo quise ser puesto que rechacé en su momento enfáticamente serlo pues lo
consideraba una pérdida inútil de tiempo
dedicarme a obtener ese título académico, pudiendo agregar que jamás... mi sentido del Honor me
hubiera permitido usurpar tan especial distinción sin merecerla, y que así como
he rechazado en su momento obtener el
título de “Doctor”, tan apreciado por algunos amantes de ciertos cerrados y
fatuos círculos de los gabinetes, considero que mi mejor calificación, la que
me ha proporcionado mayor gloria y que me ha permitido dar lo mejor de mí a la
Patria, y por la que aspiro poder pasar con orgullo a su Historia, ha sido la
de merecer el honroso título de “General” de los Ejércitos de mi amada Patria
Argentina, por la cual me sacrifiqué y obligué a sacrificarse a los hombres
bajo mi mando, durante tantos gloriosos
años”.
“Reconozco que el
cambio en mi sentimiento ocurrió a partir de iniciarme en la honrosa carrera de
las armas cuando me convertí en militar y fui lo que muy pocos querían ser, y
pude ir a donde muy pocos querían ir, para poder terminar lo que otros no
querían empezar, cuando comprendí lo que significaba mirar al terror en la
cara, y sentir muchas veces el escalofrío del temor y comprender sin embargo
que era indispensable vencer a ese terror a toda costa para poder seguir
adelante. Puedo hoy decir con orgullo que la vida me ha permitido regocijarme
en momentos de amor, que lloré, sufrí momentos que muchos quizás preferirían
olvidar, pero por sobre todas las cosas siempre tuve esperanza, por eso cuando
me llegue la hora final que presiento se me aproxima rápidamente, puedo decir a
todos ustedes que estoy más que orgulloso de haber sido lo que he querido finalmente ser: UN SOLDADO.
Grl (R) David Comini
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