Por Silvia
Mercado
Macri en el
44º aniversario de la Defensa de los Cuarteles del Regimiento de Infantería
Monte 29
Macri en el 44º aniversario de la Defensa de los Cuarteles del Regimiento de Infantería Monte 29
“Agrupación
Defensores del Regimiento de Infantería de Monte 29, buen día”,
dijo Mauricio Macri para abrir la ceremonia. “Buen día, señor Presideeeen-TE”, contestaron los soldados. Y se
dispusieron a cantar el Himno Nacional Argentino con esa energía distintiva con
que lo hacen las formaciones militares.
Gran
expectativa causó en la familia militar la presencia de Mauricio Macri en el
Regimiento Patricios para realizar el
primer homenaje de un presidente a los soldados caídos en el ataque
montonero al cuartel de Infantería de Monte 29, perpetrado el 5 de octubre de
1975.
En su
discurso, el presidente Mauricio Macri indicó que su presencia era para “rendir
homenaje a los trece héroes asesinados” en el operativo montonero
durante el “gobierno constitucional de
María Estela Martínez de Perón”, y reconoció a los fallecidos como “vidas entregadas en cumplimiento del
deber”.
“Nos
lo debíamos como sociedad. Durante mucho tiempo el Estado guardó silencio
frente a las víctimas, silencio que duele. El terror y la violencia de los
setenta debe ser recordado como un
capítulo de nuestra historia y como un país al que nunca más queremos volver”,
afirmó el jefe de Estado.
Mauricio Macri
hizo un rápido repaso sobre lo que ocurrió en el ataque al cuartel formoseño. La operación incluyó el secuestro de un
avión Boeing 737 en Aeroparque, el cual llevaba 102 pasajeros y 6
tripulantes a bordo; el copamiento del Aeropuerto El Pucú para facilitar la
huida del lugar; y la fuga también en un Cessna 182.
“Tomaron de
rehenes a cientos de personas.
Asesinaron a Neli Argentino Alegre, que prestaba servicio a la comunidad desde
la Policía Provincial, y después atacaron al Regimiento. Doce vidas más se
cobró la defensa del cuartel; trece víctimas entregadas al cumplimiento del
deber”,
afirmó el Presidente, quien anunció que la próxima semana oficializará con un
decreto un subsidio extraordinario en
concepto de beneficio indemnizatorio.
Definitivamente,
era una deuda pendiente de la democracia, ya que 44 años después de ese
copamiento ejecutado durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, no
solo se privó a los oficiales y conscriptos del reconocimiento simbólico, sino
que colocó a los familiares de las víctimas en desventaja económica frente a las pensiones que recibieron los
familiares de los atacantes.
El acto se
transformó -además- en un reconocimiento a los oficiales y conscriptos del
Ejército que fueron asesinados por organizaciones guerrilleras entre 1973 y
1976. Las circunstancias de su muerte fueron explicadas en cada caso y todos
sus familiares fueron especialmente reconocidos.
Luego, cada
familiar de los 12 soldados caídos en el copamiento de Formosa recibió del
Presidente un cuadro con la foto del
homenajeado.
El Presidente
ingresó al gran salón del Regimiento Patricios, en Palermo, donde se tuvo que
realizar el acto por la persistente lluvia que cayó sobre la ciudad de Buenos
Aires desde muy temprano, acompañado por el ministro de Defensa Oscar Aguad y el titular del Estado
Mayor de las Fuerzas Armadas Bari del
Valle Sosa y del Ejército Claudio
Pasqualini.
Antes de que
Macri diera su discurso, el jefe del Ejército fue el primero en hablar: “Recordamos
a jóvenes hombres que entregaron su vida por la Patria a través de sus
familiares que hace tantos años vienen cargando con esta pérdida”.
“Las
instituciones republicanas funcionaban normalmente, pero fue un tiempo donde la violencia reemplazó el diálogo”,
puntualizó Pasqualini y destacó que se trataba de “jóvenes sencillos, que creían en el respeto por la Patria y cayeron en
defensa de un gobierno constitucional y democrático, que permanecen anónimos
para muchos argentinos”.
Finalmente,
precisó que eran “hijos de trabajadores
argentinos de vida sacrificada y dura que dejaban atrás la adolescencia y se
estaban haciendo hombres”. Y sobre Hermindo Luna, el conscripto que fue
ametrallado por negarse a entregar su arma (“¡Acá
no se rinde nadie, mierda!”), recordó que era “hijo de un albañil, con 11 hermanos, un gran corazón y un profundo
patriotismo”.
Con la
presencia del candidato a vicepresidente, senador Miguel Ángel Pichetto, el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, de Derechos Humanos Claudio Avruj, de Cultura Pablo Avelluto, de los diputados Jorge Enríquez y Pablo Torello y el candidato a diputado en Formosa y ex ministro de
Agroindustria, Ricardo Buryaille, el
evento colmó las instalaciones con un público conmovido y agradecido.
Cuando Macri,
en su discurso, anunció el subsidio extraordinario a los familiares de los 12
soldados, muchos rompieron en llanto, aunque muchos ni siquiera eran familiares
de las víctimas. “Es histórico”, le dijo un oficial retirado a Infobae, y sacó un pañuelo para secarse
las lágrimas.
NOTA:
Algunas imágenes no corresponden a la nota original.
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