Nuestra ingenuidad no
tiene límites. Cuando nos convencemos de que nada que pueda venir de la “zurda” -y particularmente de algunos
personajes como Kunkel- podría
penetrar nuestra coraza de escepticismo, caemos nuevamente como chorlitos.
Habíamos pensado que
la “macana” admitida por Carlos Kunkel en relación con el ataque
al Regimiento de Infantería Nº 29 de
Formosa en 1975 era toda la autocrítica que podíamos esperar. Eso y las
palabras de Bonasso “Nos equivocamos cuando matamos a Rucci, debimos haber matado a López Rega”.
Kunkel
admitió que se mandaron una “macana”
con el ataque al Regimiento e instó
a los diputados de su bloque a votar
una indemnización para los familiares de
los soldados conscriptos asesinados y para los que no fueron asesinados pero
cargan aun hoy, con las heridas que les provocaron los “jóvenes idealistas”.
Vamos
a admitir en nuestra defensa que nos causó asombro pero racionalizamos el
asunto pensando que tanto daño que han
causado a personas inocentes podía pesar en la conciencia de los que
combatieron.
Ahora sabemos la
verdad, nada honesto ni decente se puede esperar de esos perversos.
El Regimiento de Infantería 29 de Formosa
fue atacado desde dentro y desde fuera por Montoneros.
El soldado conscripto Luis Roberto Mayol
era un topo que entregó la guardia aquel 5 de octubre de 1975, durante el gobierno constitucional de
Isabel Perón. El 5 de octubre es día
de luto en Formosa y se instauró a nivel nacional para recordar a todas las
víctimas del terrorismo.
Cuando Mayol intentó asesinar uno a uno a sus compañeros conscriptos se le
trabó el fusil. Fue ultimado por éstos y aun después de muerto, cada soldado
sobreviviente le tiró al cadáver, como
una forma de escupirle a su memoria.
Los soldados conscriptos que defendieron el
cuartel fueron invitados a rendirse por Montoneros,
a entregar a sus superiores y el regimiento para sobrevivir.
-“Rendite,
negro, que con vos no es la cosa”
soldado Hermindo Luna |
A lo que el soldado Hermindo Luna [1]
contestó con lo que ya es un grito de guerra que trasciende esa batalla.
“-ACA
NO SE RINDE NADIE, MIERDA!”
Hoy los descendientes
culposos de Mayol propusieron indemnizar a las familias de
estos soldados, los más pobres del regimiento ya que no tenían dinero para
ir a casa ese fin de semana.
En el estilo guarango
de estos mercenarios denominaron ese río de sangre como “una macana” que tenían
que reparar.
Sin embargo, fieles a
su estilo de perjuros y traidores, mostraron sus verdaderas intenciones: en contrapartida para aprobar una
indemnización a los familiares de los valientes soldados la Cámara de Senadores debía aprobar una nueva indemnización a los
terroristas durante el gobierno de Isabel...una más, como si ya no se
hubieran robado todo el país!
La trampa estaba en
aceptar que se indemnice a todos los que fueron detenidos por el Poder
Ejecutivo desde el 6 de noviembre de 1974, fecha en que se decretó el Estado de
Sitio. O sea, que el peronismo admita
que se comenzó la guerra antisubversiva durante el gobierno de Juan Perón.
Unos y otros son unos
hipócritas. Los senadores peronistas porque quieren mantener a su líder fuera
de la mentira que ellos mismos ayudaron a forjar, que la guerra antisubversiva
fue cosa del Proceso y que no se combatió al terrorismo durante el gobierno
constitucional de Perón.
Fue
el General Juan Perón el que comenzó la guerra antisubversiva.
De los otros... ¿qué
podemos agregar? Son los mismos hipócritas de siempre que mandaron a un soldado
topo a asesinar conscriptos y cuando les salió mal se vengaron de los
sobrevivientes y las familias de los héroes. Ahora, en un nuevo doblez pretendieron cambiar una indemnización que es
justa por un reconocimiento político
forzado, tramposo. El cuchillo debajo del poncho, como siempre.
Unos
y otros...buenos muchachos.
Ocho de los doce montoneros muertos durante el ataque al
Regimiento de Infantería Nº 29 fueron introducidos en el listado del informe “Nunca
Más” por la revisión de Kirchner.
Víctimas de “terrorismo de Estado”
por “ejecución sumaria” con lo que
automáticamente sus familiares accedieron a indemnizaciones. Sus nombres, los
nombres de estos asesinos, figuran en el listado de “víctimas” en el Parque de la Memoria como si hubieran sido
inocentes. Un ejemplo cabal de que ni
fueron 30.000, ni eran inocentes.
Los familiares del subteniente Ricardo Massaferro, el Sargento Víctor Sanabria y los conscriptos
Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael
Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torantes, Alberto Villalba
y Hermindo Luna todavía esperan un
reconocimiento del Estado al que sus hijos defendieron con la vida.
Los
políticos cuecen habas y cambian la sangre de los héroes en sus enjuagues.
Héroes que son rehenes de los juegos de poder de estos buenos muchachos.
Andrea Palomas Alarcón
NOTA:
Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.
[1] HERMINDO tenía
20 años y era hijo único. Había entrado al Servicio Militar sin saber leer ni
escribir, porque este tape gaucho sólo sabía del monte y de hachar quebracho al
sol con 40 grados de calor. Sus superiores lo consideraban un “sobresaliente
soldado”. Todos recordaban con una sonrisa esas dos veces que se había quedado
dormido en el toque de diana y comenzó su día en una pileta.
Sus padres fueron a retirar el
cuerpo, de luto y descalzos, porque era gente muy pobre de un paraje del
interior de Formosa. No tenían nada, excepto su hijo, y se lo dieron a la
Patria con el corazón desgarrado por el dolor pero con dignidad.
*(de Blog soldadosdigital.com)
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