Panera tradicional argentina |
Con un poco de imaginación quizás sea esta la
respuesta, frente al aumento del precio del pan, que podemos esperar en un
futuro próximo de la presidente. Obviamente es imposible esperar de ella una
autocrítica si alguna vez llegara a darse cuenta que lo que ella entiende por
política agropecuaria no es otra cosa que una grosera payasada ideológica
dictada por la ignorancia y el resentimiento.
"Pimpi" Colombo nos mandó a amasar pan en casa |
Como siempre, ya que luego de diez años ellos
nunca han sido culpables de nada, será causante del encarecimiento del pan en
la mesa de los argentinos la “oligarquía
agropecuaria”, esa entelequia que está siempre presente en la boca de
incapaces o envidiosos para disculpar sus errores. Tratar de demostrar cual es
la verdad de este problema en nada hará que pongan los pies en la tierra aquellos
que manejan la Argentina. Es tan vasta la soberbia de estos aprendices de brujo
que es imposible esperar de ellos algo de grandeza. No obstante hagamos un poco
de historia porque es menester mostrar que el
culpable de la escasez de harina y por ende del aumento del precio es el propio
gobierno.
Quizás sea un espejismo pensar que la banda que gobierna pudiera razonar,
pero al menos intentémoslo. En 2008 el precio FOB del trigo era 223 u$s/ton
(707 $/ton), hoy es 310 u$s/ton (1.596,50 $/ton) Pese a esta diferencia el
margen bruto de un productor para un rinde de 30 quintales- 730 $/ha.- es hoy
sólo un 18,5% más de lo que hubiera sacado en 2008. El relato, sumado al atraso cambiario y la inflación, lo hicieron
posible.
Pero hay otro problema con el mismo origen -el gobierno- que atenta contra el
productor de trigo y desincentiva su interés en producir. En la campaña 2007/8
la superficie sembrada de trigo era de 5,4 millones de has. y la producción fue
de 16,6 millones de tons. Si tenemos en cuenta que el mercado interno requería
alrededor de siete millones de toneladas quedaba como saldo exportable el 57%
de lo cosechado, sin embargo con el pretexto de sostener este mercado y “cuidar la mesa de los argentinos” a
partir de esta excelente cosecha el gobierno decidió cerrar por épocas y a
capricho la exportación e ir abriéndola con cuentagotas. Al manejar de esta
manera el comercio exterior y no haber compradores a precio FAS (precio FOB
menos retenciones y gastos) se implementó una más de las tantas maniobras que
con la complicidad del gobierno han posibilitado que la exacción al productor
sea un hecho y que grupos de amigos o meramente “socios” hicieran millonarias diferencias al comprarle al productor
el trigo a precio vil.
Este robo, que solo podía ser llevado a cabo con
la cooperación o, si prefieren, la complicidad del gobierno se ha repetido a lo
largo de estos años. El productor no ha podido manejar sus tiempos y en los
momentos en que más necesitaba el producto de su trabajo se ha visto en la
obligación de vender su trigo a valores que oscilaban entre un 50 o 60 por
ciento del FAS teórico.
El gobierno puede ahora amenazar con confiscar
un trigo que solo existe en su imaginación. Luego de cinco años de abusos por
parte del señor Moreno, la única
realidad es que en la última campaña triguera la superficie sembrada -3,6 millones de has.- sea menor que la
superficie sembrada en 1908.
Cada vez habrá menos trigo
porque el productor sabe que estos manejos son parte de la cultura del apriete
que la secretaría de comercio interior implementa con la anuencia de la
presidente. Ya sucedió con la carne bajo el repetido paradigma de “salvar la mesa de los argentinos” y
solo dejó como saldo la pérdida de importantes mercados, si alguien no
cree que con la leche está sucediendo lo
mismo es porque cree que el INDEC es la verdad revelada.
JOSE LUIS MILIA
NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la
nota original.
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