La víctima por la
cual se generó este llamado era Mariano Bertini, joven asesinado hace seis días
cuando delincuentes quisieron robar en la fábrica de elementos agrícolas de su
padre, quien resultó herido y estaba hoy presente.
Pero tanto ayer como
hoy mismo la ciudad se anotició de nuevos crímenes. El chofer del jefe de policía
recibió un piedrazo esta mañana cuando manejaba por la Avenida de
Circunvalación. El proyectil atravesó el parabrisas e impactó en su cabeza.
Fractura de cráneo y de maxilar. Está internado, en estado grave. Ayer en Villa Gobernador Gálvez fue asesinado
un joven, a la vista del padre, para robarle la moto. Hoy en el noticiero lo vi
al hombre y a su esposa; lloraba ante la cámara. En la Villa también se
organizó una concentración, pero más temprano; mucha gente de allí vino luego
al Monumento.
A la tarde de hoy,
después del noticiero en Rosario 3, se presentaron en un programa unos
ciudadanos para tratar el tema de la inseguridad. Uno de ellos, amigo del padre
de Mariano, comentó "hace años nos preocupábamos porque les robaban los
bolsos a nuestras mujeres; hoy nos están matando a nuestros hijos".
Me sonó, y así lo
proclamo, la confesión más cruda de la anomia ciudadana, del no interesarse por
la cosa pública y dejar avanzar la podredumbre hasta que te matan un hijo u
otro ser querido.
¿Qué pensaba Ud., me
gustaría preguntarle, cuando se sancionaron las leyes que reconocen más
derechos a los asesinos que a las víctimas? ¿Qué hizo Ud. cuando el anterior
gobernador de esta provincia permitió el auge de la delincuencia, motorizado
por el narcotráfico del cual él es sospechado cómplice? ¿Ud. votó a los
socialistas? ¿Ud. votó acaso al zurdoperonista Obeid, quien fue responsable del
mayor atentado terrorista vivido en Rosario y fue miembro de las bandas
subversivas cuya ideología abrió las puertas de las cárceles? ¿Cuándo se
apersonaron ante el actual gobernador para exigirle que ponga coto a esto, como
sea, o se vaya por inútil? ¿Cuándo apestillaron a los legisladores provinciales
para cambiar las leyes procesales?
Sí, vi carteles con
las fotos y nombres de gente asesinada por la delincuencia, generalmente
muchachos jóvenes. Tantos nombres que agotarían un listado de esos para elegir
nombre del bebé por venir. Vi a sus familiares abrazándose y llorando. Vi y oí
clamores al cielo pidiendo Justicia.
Y mi sensación de
cuanto llanto fútil, cuanto llorar sobre la leche derramada y esperar
soluciones de quienes no han sabido o no han querido imponer el orden y la
seguridad. Un disertante recordó que el gobernador Bonfatti había prometido que
la Gendarmería se mantendría presente, pero hoy ya es difícil encontrarla (doy fe;
durante varios días, un mes atrás, los tuve en la esquina; desaparecieron).
Y, peor aún, un
hombre con quien charlé me expuso, cuando le planteé que con esto solo no
alcanza, todas las excusas propias del resignado, del culturizado como súbdito:
"¿Y a quién va a poner si lo echamos?" "Vienen otros y hacen lo
mismo"... etc., etc. Le hice una apuesta sobre el éxito de esta concentración.
"Espere una semana y llámeme", le dije al dejarle mi tarjeta.
¿Es posible que
seamos una sociedad que desmintamos a la mismísima Biblia, reteniendo la ira
del manso?
Un saludo a todos.
Carlos
Galvalizi
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