Uno de nuestros destacados columnistas, nos hace llegar
hoy en el día de la 202ª conmemoración de la creación de nuestro querido y
glorioso Ejército Argentina, la institución
más antigua y que naciera con la Patria
misma, una nota a la que simplemente ha titulado: 29 de mayo.

Queremos aprovechar esta ocasión para hacerles llegar
nuestros mejores deseos de Felicidad,
Paz, Concordia, Historia y Justicia completas a todos los
integrantes del Ejército Argentino y
sus familias… muy especialmente a
los que hoy se encuentra injustamente e ilegalmente detenidos como Presos Políticos y a sus sufridas y dolientes familias.
29 de mayo
Nació ese día, cuatro días después de parida la Patria.
Sin vestuario, munición y solo a lanza y sable se largó a los caminos para
apuntalar la libertad. Nunca se le hizo fácil su accionar, desde Cotagaita y Suipacha hasta hoy acumuló en su haber coraje y heroísmo. Donde la Patria necesitaba un puesto, un fortín,
una mera guardia o defenderse de una agresión allí siempre estuvo y sus hombres
no escatimaron sacrificios ni tormentos y aunque solo tenían un brazo fuerte y
un sable para defenderla nunca se supo de ninguno de ellos que le diera la
espalda.
Hoy quieren matarlo. Se han juntado mercenarios traidores
y descaradas meretrices que repiten estrafalarias historias nacidas de aquellos
que con las armas nunca pudieron derrotarlo. Hoy apelan al desconcierto
estúpido de los que, muertos de miedo, les golpeaban las puertas para que los
salvaran de un destino de lacayos y ya tranquilos aceptan hoy como verdad
cualquier afrenta vil que se use para desangrarlo.
Sin embargo, pese a que esta caterva roñosa cuenta con
medios de difusión de cualquier color y enjuague, con escribas que pergeñan
textos amañados y con genuflexos urgidos por puestos y canonjías, se me hace
que no lo van a lograr. Quizás haya más razones pero sé que no lo van a lograr
porque veo a Viejos Soldados tomar
la persecución de que son objeto como un acto de servicio más, porque pese a
las diatribas infames, a las mentiras abyectas, a las descaradas traiciones hay
quienes siguen creyendo con fuerza de dogma que un soldado, al igual que un
sacerdote, es ”in aeternum”, que no
necesita un uniforme para ser lo que es, pero que si lo tiene no lo deshonrará,
pero fundamentalmente porque aún hay quienes, jóvenes, sabiendo que su futuro
será de privaciones siguen creyendo que es milicia la vida del hombre sobre la
tierra.
Solo le pido a Dios
Nuestro Señor- Nuestro Dios de los
Ejércitos- que le siga dando fuerzas, lo afirme en sus tradiciones, lo
sustente en los malos momentos y proteja siempre a sus hombres, que seguro
jamás rezan por sus vidas sino por cumplir cabalmente con su deber, porque si
algo es seguro es que sin él no hay Patria.
JOSE LUIS MILIA
Josemilia_686@hotmail.com
Josemilia_686@hotmail.com
Non nobis Domine, non nobis, sed Nomine Tuo
da Gloriam
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