OPINIONES
MAURICIO ORTIN,
Profesor de Filosofía - UNSa
La frase “van por la Justicia” que la oposición
denuncia, cuando se alude a la “democratización”
de la Justicia, es equívoca. Lo correcto sería decir “vamos por los jirones que quedan de la Justicia”. Por ese puñado
de jueces y fiscales federales independientes que todavía resiste los embates
domesticadores y/o destituyentes del gobierno K.
El abuso del poder
delegado por la ciudadanía para manipular al Poder Judicial y, en forma indirecta, a la prensa independiente ha
sido una constante en el gobierno de Néstor
y Cristina. El primer acto que
inauguró una larga zaga de varios capítulos ocurrió cuando el presidente Kirchner dio un golpe de
Estado a la Corte Suprema de Justicia de
la Nación que había “heredado” de los gobiernos constitucionales
anteriores.
Néstor
Kirchner, desde la presidencia y en una clara intromisión
en otro poder de la república, lideró una campaña en contra de los magistrados
en la que se erigía como instancia judicial superior acusando y juzgando a
jueces. Maniobra esta flagrantemente inconstitucional, la cual, no obstante,
fue recibida con beneplácito y aprobación por casi todo el arco político,
periodístico e intelectual argentino. El grosero atentado al Estado de Derecho
se vendió como conquista republicana y todos contentos (el multimedios Clarín
incluido).
La nueva Corte Suprema (con excepción del
fundado voto en contra del doctor César
Fayt) devolvió favores al permitir, a través de una sentencia violatoria de
la Constitución Nacional y de los
principios universales del derecho, la persecución a las fuerzas del Estado que
actuaron en la guerra revolucionaria de los '70. En función de ello el kirchnerismo reclutó, en puestos clave,
a exguerrilleros y familiares de desaparecidos en oficinas públicas como la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio Público Fiscal de la Nación,
con lo cual, macabramente, algunos no solo no serían juzgados por sus crímenes
sino que, además, ejercerían el control de los magistrados en los juicios por
la represión a la guerrilla.
La “caza de brujas” desatada niega los
derechos humanos más elementales (entre otros, el derecho a un juicio justo) y
fue y es presentada como una acción que reivindica los “derechos humanos”. El terror a ser señalado brujo es una práctica
que el kirchnerismo siembra y maneja
con destreza stalinista. Nadie está libre de sospecha y a cualquiera se le
puede inventar un pasado.
La “caza de brujas” se desata cuando
alguien (por lo general, el Estado) acusa, por crimen de “lesa humanidad”, a un militar o un civil. Ese mero hecho es suficiente
para que se desplomen en un segundo todas las garantías constitucionales que
protegen al imputado del Estado totalitario. También, lamentablemente, el
campanazo de largada para que gran parte de la prensa se ensañe y tome partido
en contra del infortunado. Así las cosas, el juicio termina siendo un mero
trámite de alguien que ya estaba condenado en el momento de la acusación.
Ahora bien, las cosas
pasan de claro a oscuro cuando la acusación de “lesa humanidad” empieza a implicar no solo a los militares sino
también a periodistas, jueces, curas y empresarios. Por ejemplo, a los dueños de Papel Prensa, del Grupo Clarín, del ingenio Ledesma y otros.
Cristina
Kirchner hace poco comunicó, “desde el atril”, que quiere.
“una Justicia que con el mismo rigor acometa también contra las corporaciones
que han devastado al país, que han saboteado al país, que se han apoderado de
su patrimonio”
Sería una ingenuidad
interpretar que la Presidenta -en un
ejercicio de sana autocrítica- entiende por “corporaciones”
al grupo empresario de Lázaro Báez,
a “La
Cámpora” o al “kirchnerismo” (la “corpo”
que asola el país desde hace diez años). Para nada es así, porque para ella la “Justicia”
rige cuando los malos son los otros.
FUENTE: http://www.eltribuno.info/salta/282123-Vienen-por-la-Justicia-cual.note.aspx
NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.
Me siento orgulloso de haber echo el servicio militar con don Jorge Rafael Videla. y e visto morir soldados y suboficiales y oficiales por los montoneros y el erp. VIVA LA PATRIA Y DON JORGE RAFAEL VIDELA
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