Se cumplen 40 años
del intento de copamiento de la guarnición
militar de Azul y 25 del registrado en La
Tablada, ambos sucedidos en plena democracia
El 19 de enero de 1974, en pleno ejercicio
de la presidencia de Juan Domingo Perón,
la organización terrorista Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP) atacó el cuartel de la Guarnición del Ejército Argentino en Azul, provincia de Buenos
Aires.
Enrique Gorriarán Merlo |
El grupo guerrillero,
formado por aproximadamente 240 hombres, estuvo conducido por el recordado y ya
fallecido comandante del ERP, Enrique Gorriarán Merlo. La acción de guerra tenía como objetivo, más allá del
hecho político, apropiarse de armamento, municiones y explosivos para
incrementar el poder de combate de la organización. La fecha elegida no fue
casual: se trataba de un sábado en el mes de enero, por lo cual muchos
efectivos militares estaban de franco y algunos otros, con licencia anual. La
defensa del cuartel fue realizada por 60 militares que impidieron la
sustracción de material bélico por parte de los comandos guerrilleros, que
sufrieron unas 25 bajas.
Coronel (P.M.) Jorge Ibarzábal |
En la acción, que
tuvo una fuerte repercusión política y social, fue muerto combatiendo en la
defensa el jefe de la guarnición, el
coronel Camilo Arturo Gay, y
asesinada la esposa de éste, Nilda Irma
Casaux de Gay, a quien los guerrilleros mantenían como rehén junto con sus
dos hijos de 14 y 21 años. También merece ser recordado el soldado conscripto Daniel González, quien fue ultimado en el puesto
de guardia. En el ataque fue tomado prisionero el jefe del grupo de Artillería Blindada, el teniente coronel Jorge Ibarzábal, quien resultó asesinado luego de
diez meses de cautiverio, el 19 de noviembre de 1974, en un traslado por parte
de los guerrilleros de una "cárcel del pueblo" a otra, ante un
control caminero.
Estos datos dan clara
cuenta del grado de violencia existente, que hoy parece ser olvidado por gran
parte de la dirigencia nacional. El ERP
reivindicó el ataque en un comunicado de guerra, al tiempo que condecoró a sus
combatientes. La conmoción por lo sangriento del intento de copamiento fue tal,
que el entonces presidente Perón,
vistiendo su uniforme de teniente general, dirigió un día después del ataque un
mensaje al país por cadena nacional, cuyos conceptos de extremada dureza nos
hablan de la situación de guerra interior que se vivía. Perón expresó: "Pido asimismo,
a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general, que tomen partido activo
en defensa de la República, que es la afectada en las actuales circunstancias.
Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la
acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la patria
y sus instituciones. Aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una
tarea que compromete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y
soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y
empeñarnos en la lucha a que dé lugar". Se anunciaba, desde
la primera magistratura nacional, lo que sucedería en los años siguientes.
Bastante tiempo
después, durante el gobierno de Raúl
Alfonsín, el 23 de enero de 1989, hace casi exactamente 25 años, se produjo
el ataque del Movimiento Todos por la
Patria (MTP) al Regimiento de Infantería Mecanizada, con asiento en La Tablada, conducido también por Gorriarán Merlo, quien había acumulado
experiencia de guerra, en el ejército
sandinista de Nicaragua. La citada organización atacó la unidad militar,
con la excusa de que se avecinaba un alzamiento del sector carapintada del
Ejército que pretendía derrocar al gobierno democrático, tratando de cosechar
adhesiones al movimiento guerrillero que derivaran en apoyo popular al MTP.
Horacio Fernández Cutiellos con su familia |
La rápida reacción de
la policía bonaerense impidió la
retirada de las fuerzas guerrilleras,
quedando al descubierto la maniobra. Luego de casi un día de combate, el
regimiento fue recuperado. En la acción
murieron dos policías y nueve efectivos militares, entre oficiales,
suboficiales y soldados conscriptos, incluido el segundo jefe del regimiento,
mayor Horacio Fernández Cutiellos, y hubo más de 60 heridos, que en algunos
casos sufrieron mutilaciones severas. Entre los atacantes, 32 guerrilleros
fueron abatidos.
Cecilia Pando y su protesta en el Edificio del EMGE |
Tanto el intento de copamiento de la unidad de Azul
como el ataque al regimiento de La
Tablada constituyen dos trágicos
sucesos promovidos por las organizaciones guerrilleras en plena democracia.
La memoria, como la historia, se constituye con hechos, y no con construcciones
de un relato parcial. Desde la llegada del gobierno
kirchnerista, se ha buscado presentar a la trágica década del 70 como una
novela dividida en ángeles y demonios, sin
asumir con honestidad y responsabilidad la violencia política que sumergió al
país en un baño de sangre. En ese afán de venganza
política, hoy llenan las cárceles, son enjuiciados y condenados, los por
entonces jóvenes oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de seguridad
que enfrentaron a organizaciones terroristas que, mediante la lucha armada,
buscaron tomar el poder. Sólo un ánimo de pacificación nacional podrá superar y cubrir, desde la verdad, la
tragedia que enlutó a la Argentina en aquellos años, asumiendo con grandeza y
generosidad de espíritu el cruento saldo que tuvo la guerra interna que se
vivió en el país. De lo contrario, continuaremos creando una sociedad de
licántropos, donde el odio y el deseo de venganza nos aniquilarán y frustrarán
un futuro de paz y concordia.
NOTA:
Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.
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