Inagotables
resultaron ser la década ganada, el modelo y el relato a la hora de
sorprendernos. Uno cree que lo ha visto y oído todo, que ya no queda nada más
por descubrir, ninguna otra miseria humana por emerger de los pliegues del
poder; nada nuevo que nos pueda estremecer hoy más de lo que nos estremecimos
ayer o el mes pasado o el año anterior…. Hombres de poca fe; siempre hay un
poco más de espanto para todos y todas.
No
vamos a transformar la columna en un tratado de seguridad militar; pero usted,
querido amigo lector, podría razonablemente inferir que las bandas delictivas
que se le animan a entidades bancarias prestigiosas dudarían mucho a la hora de
ir a robar una base o cuartel militar. Hay un axioma fundamental en la
actividad militar que se denomina “AFA” (no se me vaya para el lado del fútbol)
este principio determina que toda operación militar para ser realizable debe
ser fundamentalmente: Apta, Factible y Aceptable. Le diría, sin temor a
equivocarme, que este precepto aplica a casi toda las cosas de nuestra vida. Lo
invito a hacer pasar por este tamiz, desde el análisis de una compra futura
para su hogar, hasta la posible solución a problemas cotidianos. Después le doy
un ejemplo.
A
esta altura de la recta final en la era K, no hace falta que sea yo quien le
venga a explicar que dentro de la destrucción y degradación institucional
generalizada que heredará quien asuma en el cada vez más cercano diciembre de
2015, las fuerzas armadas han quedado reducidas operativamente a la nada, lo
que las ubica curiosamente en casi las más caras del mundo si hacemos la
relación costo beneficio.
Se
lo he dicho otras veces: más generales que tanques, más almirantes que barcos y
muchísimos más brigadieres que aviones han terminado invirtiendo la pirámide
jerárquica castrense, transformando a nuestras vapuleadas fuerzas armadas en
patéticas estructuras burocráticas de valor estratégico escaso y aptitud
operacional nula. Milagrosamente y con mucho esfuerzo, los hombres y mujeres de
armas tratan de mantener su vocación de servicio tan alta como pueden y solo
esperan que algún día antes de que pasen a retiro, dejen de purgar condena por
hechos que les son ajenos.
Una
vez más y van…, nos encontramos con un mega hurto de armamento militar desde
las entrañas mismas de un cuartel. En este último caso nada menos que desde una
fábrica militar de munición de guerra. Antes de eso una “pavadita”: un misildel cuartel de tanques de Arana (Pcia. de Bs As) antes fusiles y pistolas
varias; aún no es oficial, pero se sospecha de la desaparición de 8 toneladas
de explosivos de una base bonaerense. ¿Siente miedo?
No
se equivoque: sienta terror.
Mire
lo que son las cosas, la perversa corporación mediática nos taladra la cabeza
día tras día con la virtual puesta en manos del jefe del Ejército de la
Inteligencia nacional. Son rumores, claro; aunque me consta que los muchachos
de verde se han reequipado a lo grande en lo que a material de espionaje se
refiere. Sin ser mal pensados y creer que alguna estructura militar nos pincha
el teléfono o nos saca fotos indiscretas, deberemos asumir que la inteligencia
militar es una actividad que toda fuerza armada utiliza básicamente para el
resguardo de la seguridad nacional frente a posibles factores de riesgo
procedentes del exterior.
Ahora
bien, si con tanta compra de scanners, de interceptores de comunicaciones, con
salas de situación de última generación, software y hardware apto para penetrar
casi cualquier barrera informática, nuestro ejército no puede detectar con la
suficiente anterioridad el accionar de bandas internas o externas a la fuerza
que hagan desaparecer 26.000 balas de pistola automática 9 mm estamos
complicados. Menudo problema tendrán los destinatarios de la información
producida por la inteligencia militar si los informes efectuados por sus
analistas o el accionar de sus agentes de campo son tan efectivos como el
control de los arsenales militares
Una
constante en los recientes robos de material, es que los mismos son
descubiertos durante arqueos de existencia o durante entregas de cargo (cuando
un encargado o jefe responsable del material debe entregar su cargo a otra
persona por irse de pase). O algo anda muy mal en la disciplina militar, o las
guardias de servicio, los trozos candado, los retenes y contra retenes y todas
esas cosas que aprende cualquier aspirante a cabo de la reserva, no sirven para
nada o…. O estamos en presencia de otra cosa que realmente no me animo ni tan
solo a esbozar; ¿no estaremos desvistiendo un santo para vestir a un demonio?
Más
de una vez le comenté desde esta columna
el apodo que cariñosamente los hombres y mujeres de armas le pusieron al
actual Ministro de Defensa: “Pinocho”. El hombre se ha ganado en parte el
cariño de los oficiales superiores con los que trata, pero claro, de allí a que
lo respeten como a un verdadero superior hay un trecho bastante grande. Cuando
el Ingeniero Agustín Rossi habla del rompehielos ya casi listo para zarpar y
todos saben que ese día está muy lejano o cuando intenta comprar chatarra naval
rusa “multipropósito” y les dice a los marinos que esos trastos viejos servirán
tanto para perseguir pesqueros como para navegar por la Antártida, la
ponderación de su talento militar baja al infinito.
Por
estos días el inefable ministro, se cansó de repetir que “no le preocupa el
misil perdido, pues no se llevaron el lanzador”. ¿Pensará acaso el insigne
Ingeniero que quien se llevó semejante arma, la usará para ponerla en el living
de la casa? ¿Se le habrá ocurrido pensar que tal vez el destinatario final del
artefacto robado pueda tener ya un lanzador en su poder?
También
hoy nos informa el Ministro que ha tomado una decisión drástica. Acaba de
determinar cerrar el cuartel flojo de seguridad y pasar a retiro a un coronel.
Así como en 2004 culpamos al edificio de la ESMA por lo que en su interior
hicieron los hombres, ahora cerramos un cuartel, en lugar de dotarlo de mejores
hombres. La cabeza de un coronel ha de rodar como ofrenda al pueblo; ¿un
coronel? ¿Y qué pasa con el General del que depende ese coronel y con un Jefe
de Estado mayor al que le están vaciando los arsenales mientras él emplea a sus
hombres y medios en tareas “sociales”? ¿Nadie da un paso al costado? ¿A un
sargento al que le roban el arma reglamentaria se le termina la carrera, a un
General al que le “afanan” 26000 balas, no?
Recuerde,
amigo, lo que le expliqué antes: apto, factible y aceptable. Por lo visto fue
factible que el Ingeniero Rossi pasara del trono en la cámara de diputados al
destierro del poco valorado ministerio de defensa; seguramente no es apto para
el cargo, y mucho menos es aceptable que siga en el mismo.
Mientras
esperamos que por propia dignidad o por mandato superior haga lo que un hombre
de bien haría en estas circunstancias, las malas lenguas dicen que ya no es más
Pinocho, ahora es… “El Bala Perdida”.
Fernando
Morales
FUENTE: http://opinion.infobae.com/fernando-morales/2015/02/21/balas-perdidas/
NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original
FUENTE: http://opinion.infobae.com/fernando-morales/2015/02/21/balas-perdidas/
NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original
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