Señor Director:
El Imperio Romano colonizó Gran
Bretaña (hoy Inglaterra) durante más de 300 años y cuando se fueron en el año
200 (aproximadamente) dejaron rastros, costumbres y leyes que duran hasta hoy
como la Magna Carta, más los Derechos y Deberes de los Ciudadanos, todos
basados en el famoso Derecho Romano; el cual se fundamenta, basado en Platón
(autor de “La República”) actualizaba
hace más de 2000 años la pertinente legislación republicana griega, de hace más
de 3000 años. Esas normas republicanas
siguen en vigencia hoy en casi todos los países del mundo. En el año 1800
de nuestra era Cristiana un francés, de apelativo Napoleón, actualizó esa base
del Derecho Romano, copiado y mejorado
acá[1]
(en la naciente República Argentina) por un tal Dalmasio Vélez Sarsfield y completada por Juan Bautista Alberdi, el de nuestra primera Constitución
Nacional.
A pesar de las pseudo-actualizaciones
hechas en los últimos 30 años por delirantes politicastros y/o dictadores en
potencia que no respetan (las ignoran) las leyes y normas básicas republicanas
que deberían regirnos en normas de convivencia republicana y democráticas y que
debían continuar en vigencia, hoy no es el caso.
Entonces qué fue y es esa Magna
Carta y por qué es tan actual hoy, ahora y acá. Porque la Magna Carta que no se
aplica acá pero está en vigencia en el mundo, limita los impuestos, tasas, aportes
y otras cargas fiscales, que agobian al productor primario argentino.
Precisamente Juan Bautista Alberdi
en sus notas sobre la Constitución dice literalmente: “Hasta aquí el peor enemigo de la
riqueza del País (del Pueblo) es la riqueza del Estado” y es nuestro
caso actual.
Estamos en 1215 y el pueblo
inglés se retoba y va a la guerra interna porque el Rey cobraba, espada en
mano, impuestos impagables, (500 años después Luis XIV decía “el Estado soy yo”,
todo mío. Le costó el gañote, los franceses se retobaron y decapitaron a Luis
XVI nieto del 14 y de ahí salió el Napoleón que citamos). Esa limitación de
impuestos, lograda por los británicos fue raudamente copiada por la
Constitución de Estados Unidos en 1788 que repite la Magna Carta y establece que
solamente el Parlamento Nacional (el Congreso Nacional) puede disponer, con
mayoría especial (como con los jueces) aumentos de cargas, impuestos, etcétera.
El Pueblo inglés de 1215 eran ciudadanos libres e independientes, no eran
ciervos, ni vasallos de nadie y se retobaron.
Los yanquis 500 años después eran
lo mismo: civis ciudadanos libres. Acá ya no lo somos. José de San Martín fue clarito, “el
ciudadano sólo ha de pagar los impuestos que le consultan y aprueba”.
Nuestros diputadillos, diputadotes, senadores, aparte de corruptos son
ignorantes totales de nuestra Historia, se aumentan gastos y dietas que luego
causan aumentos de impuestos inconsultos y sin relación con los ingresos del
pueblo pagador, o nos remata Afip o DGR. Así
nos va.
Antiguamente nuestra FFAA eran custodias de las normas
constitucionales, pero actualmente no son más lo que eran entonces por obra y
gracia de la politiquería apátrida que nos gobierna[2].
Es de desear que vuelvan, si no los chinos nos morfan. Así las cosas la
ciudadanía argentina está aplastada y no puede trabajar libremente, garantía
constitucional, porque debe estar inscripta en una docena de Registros fiscales
donde debe pagar obligaciones que no lo son. ¿El destino de esa plata? En
nuestro país 3,7 millones de empleados públicos más 6 millones de jubilados[3]
(muchísimos sin aportes ni edad) y 8 millones de planes XYZ en total 17,7
millones de improductivos que pagamos 7 millones de laburantes privados en
blanco. Es decir 2,5 desocupados por cada 1 (un) pagador. La Constitución
Nacional define que somos todos iguales ante la Ley. Mentira política, que no
merece calificarse. En vez de crear fuentes de trabajo,
crearon desocupados.
Las llamadas fuerzas vivas
(productoras) y los gremios obreros están en manos de miedosos que tiemblan por
venganzas políticas, y con la quita de beneficios ilegales. Vean al juez de la Suprema Corte doctor
Fayt, lo quieren echar y si no se va le cortan los sueldos a la Justicia.
Esto no es dictadura (que Roma justificaba) es despotismo, según el mataburros: “aquellos
que gobiernan sin respetar Ley alguna”. Pa’completar el cuadro
en Misiones tenemos un plan Sumar, pero pregunto ¿de dónde va a salir la guita
para los 143.000 desocupados o mal anotados que dice cubrirá? Los actuales
déspotas deberán rendir cuentas, no hay apuro.
Guido Lagier
Agricultor
NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota
original.
[1] En
realidad ese “derecho” fue modificado “a piacere” para poder juzgar a los
Soldados que en los años ’70 vencieron al terrorismo y ahora ha sido “actualizado
a las necesidades del poder de turno que acaba” en el nuevo Código
Procesal Penal de la Nación, ya vigente.
[2] En
la referencia anterior ya mencionamos que debieron “violar el derecho” para
poder juzgar a los Soldados que vencieron al Terrorismo en la Argentina, el
plan iniciado por el expresidente Raúl Alfonsín, profundizado por el también ex
presidente Carlos Saúl Menem, ha sido llevado al extremo de dejarnos sin
Defensa Nacional por decisiones del actual poder de turno… al que solo le
restan 104 días para abandonar el sillón de Rivadavia.
[3] El
sistema perverso de la “Economía en Negro” posibilitó que a muchísimos actuales
jubilados no se les efectuaran los aportes que establecía la legislación, esa
responsabilidad es compartida por los líderes políticos y empresarios de
entonces y actuales también. No hay que olvidar que los jubilados deberían
estar cobrando el 82% móvil, ley vetada por Cristina Fernández Vda. Kirchner, y
esos dineros fueron utilizados por el estado para “tapar agujeros” y corrupción
incluida. Es justo reconocer que hay muchos “vivos” que no trabajaron nunca y
se jubilaron de vagos… pero hoy ¿quién puede separar la paja del trigo?
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