Soy la señora de Jorge Bardi. Con mucha angustia y
desesperación escribo estas líneas quizás para que de alguna manera se escuche
mi voz.
El jueves pasado detuvieron a mi
marido en la vía pública frente a mis pequeños hijos como si fuera un
delincuente, argumentando que cumplían con una orden librada por un juez
federal en el que se culpaba a mi marido por haber formado parte de la base
naval Mar del Plata en el año 1976. El mismo día en horas de la tarde allanaron
mi domicilio frente a mis hijos en busca de no sé qué prueba para inculpar a mi
esposo.
Desde entonces sólo sé que fue
trasladado a Mar del Plata. Permaneció incomunicado, ni mi hija menor de 7
años, que desesperada pedía ver a su papá, los conmovió en lo más mínimo.
¿Por qué tanto ensañamiento?. ¿A
caso mis hijos no tienen derechos humanos también?
Mi esposo es un padre de familia ejemplar,
un hombre de bien, un ser de un corazón inmenso, quien ama a su país y arriesgó
su vida por él cuando fue a luchar, por algo que nos pertenece, como son las
Islas Malvinas.
¿Por qué personas que han sido héroes,
y deberían ser tratados como tal, hoy son pisoteados y tratados como al peor
delincuente?
Sólo me queda rogar a Dios que
todo esto se aclare, yo sé al lado de quien compartí mi vida durante 21 años.
Sé que es un ser humano como pocos.
Ojalá se enjuiciara a los
criminales que matan a sangre fría por robar un celular, o un auto a gente
trabajadora.
Ojalá se hiciera una
investigación de qué pasa con quienes desaparecen en la actualidad en manos de
la trata de personas.
NO CREO EN LA JUSTICIA DE LOS HOMBRES, porque detrás se mueven
intereses muy grandes que ni nos imaginamos. SOLO CREO EN LA JUSTICIA DIVINA, pero voy a permanecer al lado de
mi marido hasta las últimas consecuencias y también hasta el último día de mi
vida.
Mariana Mercedes Chalub de Bardi