sábado, 14 de febrero de 2015

DE HÉROES E INGRATITUDES


Estimados Amigos:

El martes 10 de febrero de 2015 publicamos una carta del señor  Coronel (R) Juan Carlos Jones Tamayo, en la cual narraba la experiencia vivida en el Combate de Pueblo Viejo. Este destacado Oficial Superior de Ejército Argentino actualmente se encuentra injustamente detenido como “Prisionero de Guerra” en el CPF 3 - CFNOA - Complejo Penitenciario Federal de Noroeste Argentino, en la localidad de Güemes de la provincia de Salta.

Cnl (R) Juan Carlos Jones Tamayo

Hoy unos pocos argentinos conmemoran ese primer combate en la espesura del monte tucumano, el relato oficial del poder de turno se ha encargado de ocultar y desvirtuar esa victoria contra el terrorismo rural. La mayoría de ha dedicado a celebrar el “Día de San Valentín o de los enamorados”, una fiesta que no es de tradición criolla a pesar de provenir de la antigua Roma (siglo III). Hemos recibido la extraordinaria nota de nuestro amigo José “Pepe” Milia y decidimos subirla a nuestro blog, como el mejor homenaje a todo el Equipo de Combate del GAM5, a sus caídos en combate y a los sobrevivientes nuestro mayor respeto y gratitud por haber defendido la Patria cumpliendo órdenes legales y constitucionales.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre


DE HÉROES E INGRATITUDES

por José Luis Milia • febrero 14, 2015

Las actividades que los elementos subversivos desarrollan en la Provincia de Tucumán y la necesidad de adoptar medidas adecuadas para su erradicación:

LA PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA, en acuerdo General de Ministros,


DECRETA:

ARTICULO 1º El Comando general del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la Provincia de Tucumán

María Estela Martínez de Perón

El decreto 261/75 del cual se muestran en el epígrafe los considerandos y el artículo 1º, firmado en acuerdo de ministros por la presidente constitucional de la República solo tenía como objetivo poner en el papel la virtual declaración de guerra que el presidente constitucional Tte. Gral. Juan Domingo Perón les manifestara a las organizaciones terroristas como consecuencia del ataque a la Guarnición de Azul.


Decía Perón: “Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la República.”

A fines de 1974 la violencia política había llegado a tal extremo que nadie dudaba que se estaba viviendo una guerra civil en potencia.

Era un hecho que el ERP operaba en el monte tucumano desde antes de 1974 imponiendo leyes y castigos, entre ellos el fusilamiento de pobladores que habían denunciado el accionar de la guerrilla, con una organización y armamento que la policía tucumana no podían ni siquiera pensar entrar en los pueblos ocupados.

El ERP se había preparado para llevar adelante este experimento de “foquismo” -la teoría guerrillera desarrollado por quien inspiraba a los ideólogos del ERP, el “Che” Guevara- en la convicción que, primero, los peones rurales se les iban a plegar en masa y segundo que los oficiales del Ejército Argentino no entrarían en el monte, que mandarían a cabos y “colimbas” como carne de cañón.

La presidente de la Nación junto al Comandante
del Operativo Independencia Grl Br Adel Vilas

Ante esta situación y pese al miedo que el costo político a pagar fuera demasiado alto la presidente ordenó la que se implementara la Operación Independencia. No hubo ningún tipo de oposición política a esta decisión, Al menos entre los partidos que no eran de izquierda.

Nueve días después del inicio de la Operación, en la media tarde del 14 de febrero de 1975, hace ya cuarenta años, en la orilla sur del Río Pueblo Viejo, el equipo de combate del Grupo de Artillería de Montaña 5 al mando de entonces Capitán Juan Carlos Jones Tamayo, fue emboscado por elementos de la compañía de monte “Ramón Rosa Giménez”, unidad guerrillera perfectamente entrenada en combate de monte y dotada de moderno armamento.

Tte. 1º Héctor Cáceres

El combate duró hasta entrada la noche cuando el Equipo de Combate del GAM 5 superó la emboscada y puso en fuga a los atacantes causándole bajas importantes. No fue gratis el enfrentamiento, en pleno combate cayó abatido el entonces Tte. 1º Héctor Cáceres cuando trataba de auxiliar al Tte. Richter herido de gravedad en la espalda, herida que lo dejó en silla de ruedas de por vida. También fueron heridos de gravedad el Subteniente Arias y el cabo 1º Orellana. Más allá del valor que el Equipo de Combate del GAM 5 puso en juego en el combate cabe destacar el heroísmo de los pilotos de los helicópteros que, pese al fuego de ametralladora y cohetes, aterrizaron para evacuar a los heridos.

Rodolfo Richter de por vida en silla de ruedas

Ningún soldado conscripto fue herido de bala, a lo sumo las heridas que presentaban eran rasguños por arrastrarse en el monte buscando una mejor posición para combatir o quemaduras en las manos por aferrar un fusil que disparó hasta la terminación del combate y la premisa con que se manejaban los ideólogos de la guerrilla sobre el coraje de los oficiales argentinos fue una dolorosa falacia que sufrieron en carne propia, ¡los oficiales entraron al monte!

Era esta la respuesta que el Ejército daba a la sociedad que, harta ya de bombas, secuestros y asesinatos, no cesaba de preguntar: ¿qué esperan los militares para hacer algo?; pregunta que se repetía, hasta el cansancio, en todos los estratos de la sociedad.

Este, el combate del Río Pueblo Viejo, fue el primero de una serie de enfrentamientos que terminó, como mandaba el decreto presidencial, con la aniquilación de la compañía de monte subversiva y sus enlaces logísticos y de apoyo urbano. Esto sucedió hace cuarenta años.


Hoy que ya no son asesinados o secuestrados por causas políticas, ciudadanos comunes, dirigentes políticos, sindicales o empresarios, y que al menos ya no existe el miedo a la bomba a la vuelta de cualquier esquina, hoy que vivimos en democracia, deberíamos tener el coraje de saber que jamás la hubiésemos tenido si en el monte tucumano se hubiera impuesto la guerrilla que pensaba para todos nosotros un destino de lacayos, y deberíamos ser lo suficientemente valientes como para gritarlo a lo largo y a lo ancho del país, pero quizás eso es pedirle demasiado a una sociedad de borregos que sólo reacciona por un dolor de bolsillo.

Por eso, habiendo pasado ya cuarenta años, aunque nos doliera el alma por el abandono que hicimos de ellos deberíamos pensar al menos un minuto en aquellos Oficiales que combatieron en Río Pueblo Viejo como espejo y símbolo de todos los que arriesgaron vida y alma en la lucha contra la subversión.

De los siete Oficiales que intervinieron inicialmente en el combate, uno, el Capitán (PM) Cáceres, murió. Dos de ellos, Richter y Arias arrastran las secuelas de las graves heridas recibidas y los cuatro restantes se encuentran prisioneros de manera inconstitucional por haber cumplido la orden presidencial de defender a la Patria. Ellos, los hoy Coroneles Bidone y Jones Tamayo y los Tte. Coroneles Marengo y Martinez Segón, eran en 1975 Mayor, Capitán, Teniente 1º y Subteniente respectivamente.

Este es el destino de la mayoría de los que cumplieron la orden de la entonces Comandante en jefe de las F.F.A.A., la presidente Perón. No preguntaron causas, simplemente cumplieron y hoy pueblan las mazmorras federales con la certidumbre que, aún sabiendo que ese será su destino -aunque la sociedad por la que lucharon contemple vergonzosamente callada los vejamenes a los que son sometidos- si la Patria los llamara volverían a combatir como combatieron.


Porque no son otra cosa Soldados. Y un Soldado, al igual que un sacerdote, es in aeternum.

14 de febrero de 2015. Cuadragésimo aniversario del combate de Río Pueblo Viejo.

José Luis Milia


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

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