Un muy apreciado amigo y frecuente columnista de nuestro
blog, nos hizo llegar su artículo, al leerlo nos vino a la mente la siguiente
fábula:


Pasó un día más y al volver el granjero, se encontró que el zorro
había matado 4 gallinas, una más que las que mató el primero, así que
decidió volver a meter al primer zorro,
pensando que le sería menos perjudicial.
La historia continuó más o menos igual
hasta que el granjero se quedó sin gallinas y los zorros engordaron y se
retiraron a descansar después del festín que se habían dado.
EJERCICIO DE COMPRENSIÓN LITERARIA:
A continuación, y teniendo en cuenta el panorama de la
justicia actual, les pedimos que hagan el ejercicio fácil de relacionar los
siguientes personajes del texto anterior
con su equivalente del artículo de Juan Manuel Otero, que les venga a la mente en forma espontánea y
como única respuesta. Si lo desean nos envían el resultado, seguro que habrá
una amplia mayoría de coincidencias correctas.
1.
El
Granjero es:
2.
El
primer zorro es:
3.
El
segundo zorro es:
4.
El
Gallinero es:
5.
Las
Gallinas son:
Reposo para todas y todos
mayo 11, 2012
By Juan Manuel Otero
By Juan Manuel Otero
Convulsionada se encuentra la City en momentos en que el
Senado debe confirmar pliegos de candidatos a ocupar la Procuraduría General de la Nación a raíz de la renuncia presentada
por el Dr. Esteban Righi.
Es que no se trata de llenar cualquier cargo, tampoco de
reemplazar cualquier funcionario.
Respecto del cargo
de Procurador General y sus funciones, nos orienta la Ley 24946, y en especial dos de sus artículos:
Artículo 1 – El Ministerio Público es un órgano
independiente, con autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de
los intereses generales de la sociedad. Ejerce sus funciones con unidad de
actuación e independencia, en coordinación con las demás autoridades de la
República, pero sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos
ajenos a su estructura.
Artículo 8 – Los magistrados del Ministerio Público
al tomar posesión de sus cargos, deberán prestar juramento de desempeñarlos
bien y legalmente, y de cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional y las
leyes de la República.
De esto se deduce que el Procurador General
de la Nación:
A) Ejerce sus funciones en forma independiente del Poder
Ejecutivo y el Legislativo;
B) Debe velar por la defensa de la legalidad y los
intereses de la sociedad, sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de
órganos ajenos a su estructura;
C) Debe cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional
y las leyes de la República Argentina.
Y respecto a la persona del funcionario que se debe
reemplazar, se trata nada menos que del Dr.
Don Esteban Righi de quien podemos decir que es el mismo que, cuatro
décadas atrás, acompañó al Dr. Cámpora
en sus tristes 49 días de mandato. Es el mismo que a horas de haber jurado honrar
el cargo de Ministro del Interior y
con la Constitución, se dirigió al penal de Devoto y liberó a todos los terroristas que habían sido condenados en juicios
justos, con pruebas contundentes y respeto de sus derechos de defensa. Esta
lamentable decisión motivó la guerra desatada entre los mismos terroristas
alegremente liberados por Righi, alzados en armas contra el gobierno
constitucional del General Perón, y las Fuerzas Armadas a quienes el Presidente
de la Nación ordenara la aniquilación de los traidores a la Patria.
Volteretas de la historia, devenido en Procurador General de la Nación, Righi es el mismo que prohibió a sus
subalternos, los fiscales, impulsar juicio alguno contra los terroristas,
descargando, a contrario sensu, todo su odio contra los militares que evitaron
a la Patria el cambio de la celeste y blanca por la Roja de la hoz y el
martillo. Esos militares fueron juzgados violando la Constitución, el Tratado
de Roma, el básico principio legal de que no existe delito ni pena sin ley previa
que lo tipifique. Es el mismo que desde su Estudio Jurídico ofrecía “aceitar Jueces Federales”… Es el mismo
que logró que los fiscales cierren los ojos ante funcionarios que otorgaban
subsidios a sus propias esposas, ante funcionarios de Economía que escondían
paquetes de dólares en sus baños, ante funcionarios que compartían la
construcción de casas estafando al erario público a través de Fundaciones
corruptas dirigidas por parricidas, es el mismo que ordenó no apelar el
sobreseimiento express del Presidente
Kirchner por enriquecimiento ilícito, es el mismo que aceptó que la sobrina
del Presidente ejerciera la fiscalía en la causa por corrupción en la compra y
venta de terrenos fiscales del Calafate, operaciones realizadas por sus
familiares y por ELLA MISMA!!!…
Es el mismo funcionario que, en los ocho años en que
ocupó el cargo, no sólo violó la Constitución Nacional, también violó el
Tratado de Roma, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el principio
jurídico de igualdad ante la ley y la norma legal que le obliga a actuar “sin sujeción a instrucciones o directivas
emanadas de órganos ajenos a su estructura”.
La tarea de encontrar un reemplazante de sus quilates
seguramente reducirá los doce trabajos de Hércules
a un simple trámite administrativo.
De ahí mi convicción de que el Dr. Reposo reúne los requisitos indispensables para sentarse en el
sillón que dejó vacante el Dr. Righi.
Veamos. Le sobra coraje, lo demostró cuando provisto de
guantes de box y acompañado por el inefable Secretario Moreno y un par de culatas compartió la reunión
celebrada con directivos de Papel Prensa compartiendo con el mayor entusiasmo
el patotero apriete que se le hiciera a dichos directivos. También le sobra
obediencia, lo demostró en el mismo cónclave, cuando su jefe afirmara que “De acá no entra ni sale nadie. Bajemos la
luz”; de inmediato Reposo la
bajó sin hesitar.
Es íntimo amigo del Vicepresidente
de la Nación y su banda, lo cual lo habilita para contribuir a su salvataje
en las varias causas por corrupción que lo tienen arrinconado.
Además, cuando su nombre se mencionó para ocupar el cargo
de Procurador General de la Nación,
ni lerdo ni perezoso hizo llegar su currículum con seis o siete falsedades.
(¿Quién no exageró su C. V. al presentarlo en busca de trabajo? ¿Quién no
simuló ser abogado alguna vez en su vida?)
Detectadas las mismas, se apresuró a excusarse asegurando
que se trataba de un error de tipeo. Resulta
que juró haber sido disertante en un acto en la ESMA habiendo compartido el
estrado con el Secretario General de la ONU Sr. Ban Ki Moon. Ese acto no
sólo no existió, sino que la disertación dada por el citado funcionario de la ONU como único orador
se había desarrollado en la Cancillería. Asimismo consignó siete conferencias
en las que el pretenso candidato aseguraba haber disertado y que averiguaciones
posteriores demostraron su falsedad.
Asegurar que se trató de un inocente “error de tipeo” resulta un sapo difícil de tragar. Hace medio
siglo las añoradas Academias Pitman me enseñaron que error de tipeo es, por
ejemplo, presionar el dedo índice en la letra J cuando la intención era
imprimir la H, o escribir cerveza con b larga, suponiendo que no se tratase de
un error de ortografía. En cambio la
vida me enseñó que si digo que fui disertante en una conferencia internacional
y ni siquiera me había subido al estrado, eso es simplemente UNA MENTIRA.
Es por todo ello que repito: Para suplantar al Dr. Righi no hay candidato mejor
posicionado que el Dr. Reposo. Tiene
las mismas características de su antecesor, lo cual sin lugar a dudas favorecería la continuidad institucional de la Procuración General de
la Nación.
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