Ahí están: Dos hombres mutilados. Dos mujeres con sus
corazones partidos por la violencia. Dos almas en pena por tantos compañeros
combatientes que quedaron en el camino.
Ahí están, un Hombre arrastrando su silla de ruedas desde
muy joven. Otro con su ojo derecho vaciado para siempre. Una mujer desvelada
por su tragedia. Una joven que resume, con su historia de vida, toda la absurda
violencia argentina de los años ‘70. Un hombre de hablar pausado, al que se le
nota un andar de huesos cansados, tal vez de trotar demasiado el mundo… casi
siempre a la fuerza. Un señor que relata su vida de tragedia como si necesitara
contarla, cual sortilegio para ahuyentar viejos fantasmas.
Sí, son en parte la Argentina de ayer… pero están en la
Argentina de hoy juntos, en una mesa, mirando sin rencores la Argentina de mañana.
Los 4 hombres de la mesa, hace 30 años se enfrentaron a
los tiros en una guerra que perdieron todos. Las dos mujeres de la mesa con sus
historias, dan fe de que en esa guerra: no
ganó nadie.
Y frente a esta Argentina de ayer reunida hoy mirando la
Argentina de mañana, más de 1000 personas que gritan con su presencia y
asienten con su emoción y reclaman con sus aplausos esa palabra en la que han
coincidido los protagonistas: Concordia.
Ese acuerdo superador de vivir en armonía.
En una Argentina donde el Poder de turno se esmera
enfáticamente en el negocio de la discordia, esta mesa de combatientes y
Víctimas, de Víctimas y combatientes ante mil personas, renueva la esperanza. No todo está perdido.
Y yo estoy ahí emocionado… escuchando a los verdaderos
protagonistas y a las Víctimas directas de una guerra absurda que a la
Argentina le costó demasiada sangre.
Están allí cada uno con sus dolores. Cada uno asumiendo
sus responsabilidades. Cada uno haciéndose cargo de la Historia. Todos, mirando hacia adelante.


El Licenciado Luis Labraña. Miembro de FAP, Montoneros y FAR. Detenido y procesado por la Cámara Federal en lo Penal (1973), fue liberado con la amnistía del 25 de mayo de 1973. En 1977 se exilió en Holanda.

El Señor Jorge Masetti. Criado y entrenado en Cuba, integró el ERP y fue miembro del servicio de espionaje cubano, participando además en la revolución sandinista (Nicaragua). Es hijo de Jorge Ricardo Masetti (a) “Comandante Segundo” que secundó al Che Guevara.

La Señora Silvia
Ibarzábal. Su padre fue secuestrado y asesinado por el ERP, luego de un
cautiverio de 300 días.
Todos reunidos en busca de la Concordia… comenzando a andar un camino que parece difícil, en una Argentina donde desde el Poder, los que usurpan cargos en una guerra que no combatieron, imponen un revisionismo de dedos adentro de las llagas.
Tal vez ha llegado la hora de escuchar a
los verdaderos protagonistas de la guerra que Argentina vivió en los 70, antes
que a aquellos que intentan lucrar con una historia que no les pertenece, más
que un relato de intereses creados.
Horacio R. Palma
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